San Roque
Tiempo atrás, San Roque era protector de esta villa. Para conmemorar la festividad, el 14 de agosto, repatían una pera a los niños que ibas a limpiar el camino por el que transcurría la procesión. Esta tradición se implantó en 1917, ya que hasta entonces era costumbre repartir fruta del tiempo. En nuestros días, todavía perdura esta costumbre, aunque ya no haga falta limpiar el camino.
Coincidiendo con la festividad de la Virgen de Agosto, se bajaba a San Roque, desde su ermita a la iglesia. Era fecha de comer bien y había baile en la plaza. Al día siguiente era San Roque, el Patrón. Igual que en la jornada anterior había baile y se celebraba preparando algún guiso extraordinario, el día 24, coincidiendo con la onomástica de San Bartolomé, se subía a San Roque de la iglesia, nuevamente baile y en la ermita de este santo se hacía una subasta con las ofrendas donadas.
San Bartolomé
San Bartolomé no se celebra el día de su onomástica, 24 de Agosto, sino el segundo domingo después de la subida de la Virgen de Olmacedo a su ermita. Era costumbre que en ese día se cantasen unas letanías que cada año, rotando, se decían en su ermita, en san Roque y en la Soledad. En Mayo, el día en que se celebra San Bartolomé, se realiza una romería, misa y comida campestre en la ermita que este santo tiene en el valle de la Araviana
San Cristóbal
Con la llegada del verano, en julio, los camioneros veneran a San Cristóbal, patrón de los conductores. Este oficio deriva de los carreteros de antaño. La fiesta comienza el sábado por la mañana con charanga por las calles, solemne misa y procesión del santo hasta la "Placeta del Moncayo", donde se procede a la bendición de los coches y otros vehículos, repartiendo además una estampa del santo. Camioneros y demás miembros de este gremio, acompañados de familiares y amigos, organizan una comida y ya, para todo el pueblo, una verbena en la Plaza España
San Marcos
Fiesta de gran arraigo es la Romería de San Marcos, celebrada el domingo más cercano a la onomástica de este santo (25 de Abril). Centenares de olvegueños y visitantes se concentran en la pradera del paraje de Campiserrado, donde permanece a pesar de los años la ermita de San Marcos y, reunidos en familias o cuadrillas de amigos, pasan un día de campo donde se degusta la tradicional "culeca" y se preparan gran cantidad de ranchos y chuletadas, impregnando el lugar con un aroma inconfundible. Antiguamente, las gentes de Ólvega venían andando y con carros, en romería, desde el pueblo a este lugar. La tradición dice que si algún año dejase de celebrarse la misa de San Marcos en su ermita, ésta pasaría a pertenecer al termino de Ágreda. Años atrás, la celebración se reducía a comer la "culeca" en la pradera y posteriormente "iban a ver como estaban los campos".
En nuestros días, desde primeras horas de la mañana comienzan los preparativos y gran cantidad de fogatas empiezan a humear, para después de ir a misa, en honor del Santo, preparar el rancho. Juego y competiciones se inician por la mañana con el tradicional cross popular; por la tarde partidos de fútbol por cuadrillas, el juego de la abuela... y las chapas, legalizadas tan sólo dos días al año. La tarde continúa y los gaiteros amenizan la fiesta tras merendar. Con el ocaso comienza el desfile de coches... Un grupo de olvegueños mantiene su hoguera encendida. Todavía se puede cenar e iniciar una breve velada entorno al fuego. Después, la paz y el sosiego se volverá de este paraje.
San Blas
Como dice el refrán por “San Blas, la cigüeña veras”. En Ólvega, el tres de febrero, día de la festividad de San Blas, se hace “la bendición de los rollos” o roscos. El rollo se lleva a misa y es bendecido por el párroco. Es costumbre que vayan también los niños con el rollo adornado para su bendición.
Cuando llega el momento se sujetan los rollos, con los brazos en alto, mientras el sacerdote los salpica con agua milagrosa que les dará la cualidad de curar los males de garganta. Los ingredientes del rollo son huevos, harina, azúcar, leche, aceite y levadura.